Pablo nos sigue deleitando con las narraciones de su aventura por tierras sudamericanas, llevando sus títeres allá donde incluso los niños (y no tan niños)jamás vieron esta forma teatral. Al tiempo que se impregna de vida, amistades y maravillas de aquellas maravillosas tierras.
“Las expectativas de lo que mi paso por Colombia podía depararme eran realmente halagüeñas. Tantos habían sido los viajeros que me señalaron a este país como el favorito de sus periplos por Sudamérica que no pude evitar una clara predisposición a un goce más que garantizado.
Lo que realmente me ilusionaba de explorar este lindo país era sin duda el hacerlo junto a mi nueva compañera de aventuras. No se me puede ocurrir nada más motivante y bonito que compartir esta increíble experiencia que estoy viviendo con alguien. Más aún si ese alguien es una persona tan especial como esta coñomadre venezolana quien poco a poco, casi sin darme cuenta, estaba conquistando mi corazón, hasta el momento tan solo preocupado de irse nutriendo de lindas experiencias.”
Sigue así Pablo, no nos abandones…