Mercedes y Luis, los integrantes de Tándem Nostrum, nos desvelan en esta entrevista muchos de los pormenores de su viaje a través de la costa Mediterránea que dieron por finalizado en abril pasado, tras más de un año de viaje.
Andalbike.- ¿Cómo nace la idea de realizar este viaje?
Tándem Nostrum.- Es la pregunta más difícil de contestar, a pesar de ser la más frecuente. Hemos reflexionado mucho sobre la misma, buscando un momento, un lugar, unas palabras,...concretos que resultaran el principio casi físico de la idea, pero no lo encontramos, ya que la idea de un viaje tan largo surge de una gran suma de inquietudes. No consiste en que un buen día lo dejas todo, coges la bici y te pones a pedalear, es un día más otro día, más el siguiente, más unas semanas, meses durante los cuales piensas en el viaje, y la idea o más bien el conato de idea va cogiendo forma. Decides el itinerario, empiezas a buscar la manera, y un día sales y cuando llevas unas semanas pedaleando alguien te pregunta: "¿cómo surgió la idea?". Nos miramos, pensamos un rato y uno de los dos responde: "no lo sé".
Queríamos salir desde casa en bici, nada de coger un avión antes de empezar, y si era posible, volver a casa también montados en bici. Además, el itinerario elegido nos parecía un recorrido intenso por el que ir descubriendo el verdadero significado de la "cultura mediterránea". A la vez nos atraía la idea de intentar que el viaje no sólo nos aportara a nosotros una experiencia inigualable sino aprovecharlo para hacerle llegar a la gente una reflexión: la cuestión de las relaciones de Europa, Asia y África a través del Mediterráneo (hay que recordar que cuando emprendimos la marcha todavía no habían comenzado las revoluciones árabes).
Es el primer viaje en bici tan largo que hacemos. Eso si, somos ciclistas urbanos y los fines de semana y vacaciones intentamos salir en bici, pero antes de éste no habíamos realizado un viaje de más de tres semanas de duración.
AB.- El tema de la financiación, ¿cómo lo resolvisteis?
TN.- Casi todo el dinero del viaje son nuestros ahorros de dos años, trabajando cada uno de nosotros en dos trabajos, justo antes de la crisis. Buscamos espónsores, pero no encontramos la gran firma-marca, sueño de cualquier cicloviajero, que viera en nosotros un producto potente de publicidad y que a nosotros nos supusiera el suficiente capital para viajar tranquilos. Eso sí, encontramos muchos pequeños espónsores de gran ayuda, sobre todo, para los primeros meses, como la REAJ, que nos dejó alojamiento y manutención gratis en los albergues españoles que encontramos a nuestro paso por la costa española, tiendas sevillanas como Bike-Life, Latitud Sur, Astolfi, SportBequi, Unior,...que nos regaló material o bien nos lo dejó al costo. Así poco a poco entre tantos colaboradores, fuimos construyendo nuestro viaje.
Aparte vendimos camisetas del proyecto e hicimos una gran fiesta, para recaudar fondos, en el patio delantero que nos cedió la maravillosa librería La Extravagante, en la Alameda. La Federación andaluza de Ciclismo nos regaló los seguros de viaje en Europa. Prodetur y Alventus aportó un poco de dinero para comenzar. Ismalar nos aportó ayuda logística, y nos tramitó los seguros de viaje fuera de Europa y algunos visados.
Por lo demás durante el viaje nos fuimos adaptando a la situación, y en verdad, gastábamos muy poco, ya que acampábamos mucho y cocinábamos nosotros.
AB.- ¿En tándem, por qué?
TN.- No queríamos hacer un viaje privado, es por eso por lo que hicimos la página web, como espacio que potenciara, facilitara la reflexión sobre el Mediterráneo y la necesidad de unir sus pueblos que tienen un mar común que más que unir, separa y no sólo Norte-Sur, existe también una gran separación entre Este-Oeste. Cosas del destino, que el día de nuestra salida, había ya comenzado la revolución en Túnez, llegaban a nuestros odios las primeras noticias de Grecia y Egipto empezaba sus primeras manifestaciones. La idea de ir en tándem era símbolo de unión y como es normal al principio tuvimos nuestros problemas, ya que no tiene nada que ver con viajar en dos bicicletas. En un tándem lo compartes todo. A las pocas semanas llegamos a un equilibrio, habíamos formado un equipo.
Un tándem tiene sus ventajas; se puede ir hablando o comentando la jornada durante el pedaleo; se siente la fuerza del otro al momento sin tener que esperar al final de la cuesta; la visibilidad en la carretera es mayor, obligando a los coches a respetarte; es bastante más difícil que te roben tu medio de transporte; pero sobre todo y sin duda la gran ventaja, es que facilita la comunicación con la gente porque anima a todo el mundo a entablar conversación al ver un cacharro tan singular. Desde niños hasta ancianos están deseando acercarse para cotillear sobre como funciona esa maquina rara.
AB.- Contadnos algo sobre la preparación de la bicicleta.
TN.- Esto sí que es un trabajo, a lo cual se sumaba las particularidades del tándem, como la potencia y manillar del asiento de atrás, la rueda trasera (que nos dio bastantes problemas durante el viaje, la cual tuvimos que cambiar hasta 3 veces), sillín (que también cambiamos en varias ocasiones), las herramientas para intentar ser lo más autónomos posible (y que supone gran parte del peso del equipaje), los cables del freno y cambio son más largos que los de una bici normal y difícil de encontrar en cualquier tienda.
Las cubiertas y alforjas lo teníamos claro, Schwalbe y Ortlieb. Luego descubrimos que casi todos los cicloturistas usan estas marcas.
En cuanto al carrito Bob fue un préstamo de un cicloviajero sevillano, que por cierto en septiembre abre una tienda de bicicletas en Sevilla y quiere ponerlo en el escaparate. Lo tenemos claro, nos compraremos uno nuevo para el próximo viaje, ha sido una gran idea porque no sólo arrastras el peso (mejor que llevarlo encima) sino que también supone un espacio de protección entre los coches y tú.
Un elemento que no estábamos seguros de si sería necesario era la luz con dinamo incorporada en el buje delantero. Finalmente ha supuesto un acierto pues, aunque no se desee, siempre hay días con niebla, túneles, averías al atardecer, etc. La seguridad es importante.
Con el tema de los recambios aconsejamos no preocuparse en exceso, hoy en día con Internet cualquier tienda puede mandarte lo que necesites en menos de tres días y aunque es verdad que no en todos los países es fácil encontrar algunas piezas (yo diría que singulares mas que de calidad) siempre habrá una solución a la altura. Lo verdaderamente importante es salir de casa con una bicicleta en buen estado y a ser posible probada previamente.
AB.- Sobre el equipaje, ¿cómo seleccionasteis qué llevar y qué os sobró o echasteis en falta?
TN.- Después de preguntar mucho a otros cicloviajeros, analizar el clima de nuestro itinerario y calcular dónde estaríamos en verano y dónde en invierno, preparamos el equipaje, que por supuesto fue cambiando a medida que pedaleábamos y veíamos lo que usábamos más y lo que usábamos menos. Por muy escueto que se pretenda ser, siempre sobra algo (y eso que hemos comprobado que, para estar en ruta más de un año y ser dos, nuestro equipaje no sobrepasaba la media de los cicloviajeros que hemos conocido). En varias ocasiones utilizamos correos para enviar o recibir paquetes desde Sevilla.
Es muy importante analizar el tiempo atmosférico del lugar elegido para viajar, ya que algunos sitios son muy difíciles de disfrutar con la bicicleta en invierno y con nieve, como fue el caso de Turquía en nuestro viaje.
Hemos tenido alguna dificultad con la indumentaria, debido a que a lo largo de los quince meses pasamos por todo tipo de climas, desde verano extremo hasta nieve en la montaña (la ribera mediterránea es más estricta de lo que a priori puede parecer). Es algo complicado encontrar ciertas prendas técnicas en algunos lugares pero mentalizándose de que no pasa nada por llevar algo más de peso, problema solucionado.
AB.- En cuanto al alojamiento fuisteis de camping, pero también estuvisteis alojados en casas particulares, contadnos vuestra experiencia.
TN.- El viaje se fue haciendo sobre la marcha. Gracias a la red de hospitalidad para cicloviajeros en ruta warm showers, a asociaciones ciclistas con las que contactamos, a amigos de amigos y los amigos espontáneos, tuvimos la suerte de dormir en casas en más de una ocasión, lo cual supone descansar en cama y aprovechar para lavar la ropa en condiciones en una lavadora, con la ventaja añadida de conocer las ciudades de la mano de ciclistas urbanos, los cuales tienen una perspectiva muy interesante de su ciudad.
Cuando no conocíamos a nadie y no estábamos en grandes ciudades, en la playa sin urbanizar o en el bosque, acampábamos en cualquier lugar, intentábamos elegir un lugar reservado, escondernos para evitar problemas, pero en zonas más pobladas lo mejor es pedir permiso, aunque sea por señas, preguntábamos a personas que vivían en casas en medio del campo si podíamos acampar en su parcela o jardín. La mayoría de la gente nos decía que sí.
Cuando pasaron unos meses había cambiado por completo nuestra manera de decidir donde dormiríamos esa misma noche, sin que fuera la preocupación que al comienzo nos rondaba durante toda la jornada.
AB.- ¿Entrenasteis duro antes de partir o fueron los primeros días los que usasteis de entrenamiento?
TN.- Lo intentamos, pero entre el trabajo e ir cerrando cosas como qué hacer con nuestra casa, coche, papeles...no nos dio tiempo a entrenar en serio. Así que el primer mes del viaje, por la costa española se convirtió en el entrenamiento del resto del viaje. De todos modos, en un viaje de este tipo no es necesario una forma física especial ya que cuando estábamos cansados parábamos. Hemos ido visitando los pueblos, parando para comer tranquilamente o quedándonos varios días en algunos sitios. No teníamos la necesidad de hacer un número exacto de kilómetros al día.
AB.- ¿De qué pasta hay que ser para emprender un viaje largo en bici?
TN.- Solo hay que tener sueños y luchar por cumplirlos, el resto viene sólo.
AB.- El futuro. ¿Nuevo viaje a la vista o habéis guardado el tándem en el trastero?
TN.- Nos encantaría pedalear por Colombia y Venezuela, pero esta vez tendremos que cambiar el carrito Bob por un carrito de bebé. Mercedes está embarazada de 4 meses. Para el siguiente viaje seremos tres, ¿cuantas bicis?...
AB.- Muchas gracias y de parte de Andalbike nuestros mejores deseos para vuestro nuevo proyecto de creación de familia cicloturista.
Si queréis conocer toda la crónica del viaje no dejéis de visitar su Web: www.tandem-nostrum.org
Cuando os vimos May y yo en La Herradura y merendamos con vosotros ya sabíamos que llegaríais lejos. Esa misma noche llamé a Miguel Ángel para contarle vuestro plan..., se nos caía la baba de envidia! Ahh, enhorabuena por el bebé chicos!!!