Usuario: Clave:   Entrar | Regístrate
ANDALUCÍA BIKE EXPERIENCE / VIAJA EN BICICLETA POR ANDALUCÍA

REPORTAJES

03/07/2012
Turismo

Écija, la ciudad de las torres

El casco histórico de Écija conserva uno de los mejores legados de arquitectura y arte barroco de Andalucía y probablemente de toda la península ibérica. Palacios, iglesias (con las torres que han hecho famosa a la ciudad), conventos, edificios públicos y casas-palacio que, junto a sus ricos bienes muebles y a los amplios archivos documentales, constituyen un patrimonio histórico excepcional. Lo que le valió la declaración de conjunto histórico-artístico en el año 1966.

Autor: Andalbike
Écija, la ciudad de las torres

Historia

La fundación de la ciudad se sitúa hacia el siglo VIII antes de Cristo, en el ámbito de la civilización tartésica. Hasta la conquista romana, hacia el 200 a.C., se trató probablemente de un pequeño poblado turdetano de cabañas, emplazado en una ligera elevación junto al río Genil.

La ciudad conoció su mayor etapa de esplendor durante la dominación romana, hacia el año 14 antes de Cristo se fundó ya en el llano la denominada “Colonia Augusta Firma Astigi”, una gran ciudad de nueva planta. Desde entonces fue la capital de un extensísimo convento jurídico, uno de los cuatro en los que se dividía la Bética. Su principal riqueza derivaba del cultivo olivarero y de la exportación del aceite a larga distancia, empleando la vía fluvial por el Genil y el Guadalquivir y luego la marítima desde Sevilla. La ciudad siguió siendo un importante foco cultural y religioso a la caída del Imperio romano durante la época visigoda.

En el año 711 entran en la ciudad las primeras tropas árabes al mando de Táriq ibn Ziyad. Es en época islámica en la que Istiya (o Astiya) fue capital de provincia durante el emirato y el califato. Los cronistas árabes destacan la fertilidad y riqueza de su territorio, en el que se asentó un importante poblamiento beréber. Los musulmanes introdujeron los cultivos de regadío y entre ellos el algodón, cuyo desarrollo característico en Écija llevó a acuñar el sobrenombre de Madînat al-qutn (“La ciudad del algodón”).

En el año 1240 Écija fue conquistada por Fernando III y repartida entre nuevos pobladores castellanos, entre ellos muchos nobles, las órdenes militares y la Iglesia. El desarrollo de la gran propiedad terrateniente que ha marcado toda la historia posterior, bajo-medieval y moderna arranca, en buena medida, de este reparto feudal y de su desarrollo en la Época Moderna.

Todo el siglo XVIII, considerado “El siglo de oro ecijano”, vive un esplendor de construcciones civiles y de iglesias vinculado a la concentración de la propiedad y del poder eclesiástico y aristocrático. 

Monumentos

Del gran patrimonio monumental de Écija vamos a destacar únicamente los monumentos más relevantes, ya que se haría muy extenso reseñar todo él, haciéndose de otra forma imposible su visita durante nuestra corta estancia. En cualquier caso se puede descargar el archivo adjunto que contiene el plano con la ubicación de todos ellos. 

Iglesia de Santiago. Se trata del edificio eclesiástico más interesante del Conjunto Histórico Astigitano, siendo una de las iglesias más elegantes de Andalucía perteneciente al estilo gótico-mudéjar del siglo XV. Cuenta con un hermoso patio claustrado irregular con una puerta de ingreso coronada por un ventanal de formas flamígeras. La torre actual se construyó en 1766, se trata de las más típicas de la ciudad, con su gran cuerpo de ladrillo decorado con azulejos de influencia local. El interior del templo es de estilo mudéjar, con planta rectangular y tres naves cubiertas por artesonados de madera. Pieza excepcional del tesoro artístico ecijano es el retablo principal de esta iglesia, donde pinturas y esculturas forman un conjunto de gran armonía estética y artística. Está declarada Monumento Nacional con la categoría de “Bien de Interés Cultural”.

Iglesia Mayor de Santa Cruz. El solar de la iglesia ha sido ocupado por templos de culto desde época visigoda, de la que se conservan dos capiteles en el patio norte y un interesante sarcófago en el altar mayor del siglo V con escenas bíblicas talladas en la piedra. De época musulmana, entre los siglos VIII y XIII estuvo ubicada en este solar una de las mezquitas de Écija, construyéndose la torre actual sobre el antiguo alminar. Después de la conquista cristiana, en 1240, comenzaron las obras de construcción de una nueva iglesia mudéjar, de la que se conserva en el patio norte un arco con decoración de yeserías. Tras el terremoto de 1755 se aprueba la construcción de una nueva iglesia de estilo neoclásico, que se construyó entre 1778 y 1836, quedando inconclusa por necesidades económicas. La iglesia, con planta de tres naves, contiene interesantes obras barrocas.

Palacio de Benamejí. El edificio comenzó a construirse a principios del siglo XVIII. Se trata, al igual que el Palacio de Peñaflor, de un modelo de arquitectura civil en el barroco español y una de las joyas del gran siglo ecijano. El edificio fue originalmente propiedad de los marqueses de Benamejí y posteriormente de los condes de Valverde. Más tarde albergó la Remonta Militar y desde 1997 es sede del Museo Histórico Municipal. La enorme fachada es de ladrillo con zócalo de piedra y una hilera de balcones en la primera planta. Dos grandes torres en los extremos determinan la nota de verticalidad en el aplomado conjunto, cuya sobriedad y monotonía rompe la gran portada. Es Monumento Nacional declarado Bien de interés Cultural.

 

Convento de Santa Florentina. El convento de Santa Florentina se tiene por el más antiguo de Écija, y es uno de los primeros que existieron en Andalucía dentro de su Orden (dominica). La fábrica primitiva sería un edificio de estilo mudéjar, aunque actualmente predominan las estancias barrocas. De ese primer edificio se conserva una portada con arco apuntado y alfiz por la cual se accede al torno. El claustro o patio principal consta de dos plantas con arcos de medio punto sobre columnas, y se fecha en el siglo XVII. La comunidad de Madres Dominicas que vive en el convento se dedica a la elaboración de productos de repostería que se pueden adquirir a través del torno.

Museo histórico municipal. Ubicado en el palacio de Benamejí. Entre los restos arqueológicos exhibidos en el Museo destacan la interesante colección de piezas metálicas prehistóricas, las tres estelas de guerreros, la “Placa de Écija” (una pieza singular de orfebrería tartésica), espléndidos mosaicos romanos y esculturas como la “Amazona herida”, y las interesantes colecciones de inscripciones, capiteles, mosaicos o diverso material de uso doméstico de la época romana e islámica.

Fiestas

Semana Santa. Como en otros muchos puntos de la geografía andaluza, la Semana Santa cobra una especial relevancia y vistosidad dentro de los actos festivos de la ciudad, siendo en este caso declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Feria se septiembre. A primeros de septiembre y tras el día de la patrona, tiene lugar la última de las ferias de la campiña andaluza y que guarda bastante similitud con la de la capital sevillana.

Gastronomía y Artesanía

Los platos más singulares dentro de la gastronomía Astigitana son: La sopa de gato, derivada de la "sopa de ajo" pero añadiendo al refrito de ajo, tomates pelados y pimientos verdes. Las espinacas labradas, hervidas y muy condimentadas se sirven en frío junto con ajos y pan frito. Por último destacar las yemas y la famosa repostería de sus numerosos conventos.

En cuanto a la artesanía cabe destacar los bordados, cerámica y la forja, tan presente esta en los numerosos ornamentos y enrejados.

Más información en la web de turismo

Fotos y fuente: Turismo de Écija



DEJAR UN COMENTARIO

Captcha Si no visualiza los caracteres correctamente,
puede generar una imagen nueva pulsando aquí.

 

Ruta

Este sitio web usa cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y recoger informaciónsobre su navegación. Si pulsa "aceptar" o continua navegando consideraremos que admite el uso e instalación en su equipo odispositivo. Encontrará más información en nuestra Política de Cookies.

Aceptar