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ANDALUCÍA BIKE EXPERIENCE / VIAJA EN BICICLETA POR ANDALUCÍA

REPORTAJES

29/05/2013
Espacios naturales

Sierra Nevada, pedalear por lo más alto

Los parques nacional y natural de Sierra Nevada, ya forman parte del patrimonio que ofrecen las rutas Andalbike, al haber desarrollado Andalbike las 9 rutas que conforman el nuevo Centro BTT Nevada que se asienta en plenos territorios de los espacios protegidos de este macizo montañoso. Junto con Doñana ya puedes conocer los dos parques nacionales andaluces bajo propuestas desarrolladas por nosotros.

Autor: Andalbike
Sierra Nevada, pedalear por lo más alto

Sierra Nevada alberga un rico patrimonio cultural e histórico en el que se solapan y enriquecen legados tartesos, romanos y visigodos, singularmente en la vertiente alpujarreña.

Fue declarada Parque Natural por el Parlamento de Andalucía en 1989 debido a las singularidades de flora, fauna, geomorfología y paisaje. Posteriormente, el Parlamento Autonómico propuso su declaración como Parque Nacional. El Parque Nacional de Sierra Nevada está integrado en la Red de Parques Nacionales. Desde el 1 de julio de 2006, la gestión del Parque Nacional de Sierra Nevada corresponde en exclusiva a la Comunidad Autónoma de Andalucía.

El origen de Sierra Nevada

Como consecuencia de la orogenia alpina en el Terciario se levanta este macizo montañoso. Desde entonces, no ha parado de elevarse hasta alcanzar las máximas cumbres peninsulares. Pero la actual morfología es también fruto de los episodios glaciares de finales del Cuaternario. Quizá la huella más evidente de este glaciarismo sea la existencia de medio centenar de lagunas.

El relieve de Sierra Nevada es de formas suaves y cimas poco escarpadas en unas zonas y muy abrupto, dominado por crestas y salientes, en otras. Aquí se localizan los mayores picos de la Península, el Mulhacén (3.479 m) y el Veleta (3.392 m). Su relieve tiene además un extraordinario interés geomorfológico debido a las formas de modelado glacial y periglacial existentes y a la aún activa dinámica periglacial que sigue actuando a partir de los 2.500-2.600 m.

Toda la zona de cumbres muestra las huellas de la erosión glaciar, con valles en forma de U, circos coronados por sierras abruptas y lagunas que ocupan las depresiones. Las formas glaciares que aparecen en Sierra Nevada son muy variadas. Los circos glaciares son relativamente abundantes, encontrándose los más evolucionados en las zonas de altas cumbres y los incipientes en zonas más bajas.

La nieve: reserva de recursos hídricos

En las cumbres, precipitaciones próximas a los 2.000 mm proporcionan una considerable capa de nieve y, por tanto, buena reserva de recursos hídricos.

En Sierra Nevada, los veranos son suaves y los inviernos fríos con heladas frecuentes, especialmente en los pisos oro- y crioromediterráneo. Desde enero hasta agosto las temperaturas experimentan un alza gradual para declinar a partir de septiembre.

Por encima de los 1.800 m de altitud, la precipitación es en forma de nieve al menos en un 30%, y por encima de los 2.500 m en un 95%. De esta forma, se provoca una escorrentía en los esquistos, que es drenada por barrancos y arroyos.

Arroyos y ríos alimentados por las nieves

La red hidrográfica es amplia, y está formada por numerosos arroyos, ríos y barrancos, que alimentados por las nieves, cuentan con poco agua en invierno y un caudal elevado en primavera y principios de verano.

Por el extremo occidental discurre el río Izbor, que nace en el núcleo central de Sierra Nevada. Más al norte, discurren el Guadiana Menor y el Genil, que recogen las aguas de la vertiente septentrional y desembocan en el Guadalquivir.

En el extremo meridional de la Sierra se origina el río Andarax. Esta red fluvial influye poderosamente en el paisaje y tiene una estrecha relación con la erosión, que es máxima entre los 800 y los 2.000 m de altitud.

Acuíferos numerosos y extensos

Los acuíferos son numerosos y extensos, en algunos con surgencias de aguas minerales. En la localidad de Lanjarón se encuentra la famosa fábrica embotelladora de aguas minerales, así como, un balneario donde se puede disfrutar de las propiedades medicinales de estas aguas.

Flora y fauna en la alta montaña

El Parque Nacional de Sierra Nevada, de 86.208 hectáreas, es un privilegiado paraje de Andalucía representativo de los sistemas mediterráneos de montaña y alta montaña.

En su interior encontramos unos ecosistemas únicos, desde los pastizales de alta montaña, piornales, bosques caducifolios y hasta matorrales mediterráneos, que hacen de esta Sierra un lugar con una elevada diversidad biológica. Así, este enclave, presenta una de las floras más valiosas de toda Europa, con más de 2.000 plantas catalogadas de las cerca de 8.000 que existen en la Península Ibérica. Es precisamente en la alta montaña, en los "cascajares" y "borreguiles" donde se localizan la mayoría de las más de 60 especies exclusivas de Sierra Nevada; entre ellas, la estrella de las nieves, la amapola de la sierra, la violeta de Sierra Nevada y la manzanilla de la sierra son las más conocidas.

Aquí viven más de 60 especies de aves, no sólo típicas de montaña (águila real, acentor alpino) sino también pájaros de zonas menos agrestes (oropéndola, abubilla, chochín). Entre los mamíferos, es la cabra montés la que se deja ver con más facilidad. La fauna invertebrada también adquiere importancia, con más de 80 insectos endémicos.

Una de las floras más valiosas de toda Europa

Por encima de los 2.800 m (piso crioromediterráneo), donde los suelos son poco evolucionados y las condiciones climáticas adversas, se desarrollan pastizales de bajo porte y escasa cobertura (pastizales psicroxerófilos).

Presentan un gran interés y constituyen uno de los aspectos más singulares de Sierra Nevada. Estos pastizales están compuestos por un gran número de especies endémicas (hasta el 40%): Arenaria tetraquetra subsp. amabilis, Artemisia granatensis, Festuca clementei, Hormatophylla purpurea.

Los canchales "cascajares" están muy extendidos y en ellos viven gran número de especies, con adaptaciones para resistir estos ambientes: Viola crassiuscula, Linaria glacialis. En los paredones rocosos son frecuente las especies que colonizan grietas y repisas: Saxifraga nevadensis, Arabis alpina. En los fondos de circos glaciares, aparecen los "borreguiles", pastizales higrofíticos que, como en el caso anterior, son ricos en especies endémicas: Armeria splendens, Carex camposi, Veronica turbicola.

Entre los 1.900-2.800 m (piso oromediterráneo), se desarrollan los pinares y sabinares. La vegetación está formada por especies de porte arbóreo y arbustivo (Pinus sylvestrisJuniperus sabinaJ. communis subsp. hemisphaericaPrunus ramburii) y un matorral pulvinular (Vella spinosaErinacea anthyllisBupleurum spinosum).

Sobre suelos medianamente evolucionados se desarrollan piornales y enebrales, formando comunidades ricas en caméfitos fruticosos y hemicriptófitos (Festuca indigesta, Arenaria imbricata). También abunda el elemento endémico: Genista versicolorArenaria pungensPotentilla nevadensis.

En áreas calcáreas a elevada altitud (Dornajo, cabecera del río Dúrcal), y a causa de la escasez de suelo, se desarrolla un espinal con sabinas y enebros, mezclado con un tomillar almohadillado. Aparecen especies como Sideritis carbonellis yAstragalus granatesis.

La vida animal en la alta montaña

Estos son los dominios del acentor alpino (Prunella collaris), la collalba gris (Oenanthe oenanthe), la alondra común (Alauda arvensis) y el colirrojo tizón (Phoenicurus ochrurus). Entre los roquedos podremos observar al roquero rojo (Monticola saxatilis), que debe su nombre a la coloración roja del pecho del macho que contrasta con el negro azulado de su cabeza.

A estas alturas podemos ver bandadas de chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax) que instalan sus colonias en los escarpes y oquedades. Rasando las paredes de los tajos y peñones surge el águila real (Aquila chrysaetos) que utiliza estas alturas como terreno de caza. También podremos avistar algún buitre leonado (Gyps fulvus), y a la perdiz común (Alectoris rufa) que llega a subir hasta los 3.000 m.

Durante el otoño, la alta montaña puede recibir la visita del mirlo capiblanco (Turdus torquatus), jilgueros (Carduelis carduelis) y grupos de cernícalos (Falco tinnunculus).

Entre los mamíferos, la cabra montes (Capra pyrenaica) es la especie más emblemática del parque. Cuenta con numerosos ejemplares y se deja ver con facilidad pastando en los borreguiles de la alta montaña. También encuentran cobijo a estas alturas el topillo común (Pytimis duodecimcostatus), más propio de zonas húmedas a menor altura y el topillo nival (Chionomys nivalis), que instala sus galerías en zonas rocosas, así como a los animales a quienes sirven de presa como las comadrejas (Mustela nivalis).

A estas alturas, además de los endemismos botánicos, existen más de ochenta insectos endémicos. Los condicionantes de la alta montaña confieren a estos animales unos caracteres específicos: son en general de color negro, tienen el tegumento duro y han perdido la facultad de volar.

Flora y fauna de media montaña 

Las formaciones boscosas

Los acerales (Acer granatenseA. monspessulanum) y quejigares (Quercus faginea) están escasamente representados por la fuerte acción antrópica. Se instalan en las zonas más húmedas del Parque, ocupando los valles y umbrías. Los melojares (Quercus pyrenaica) de Sierra Nevada, aunque mermados por los incendios y las abusivas talas, presentan gran interés por sus características ecológicas y corológicas; se desarrollan sobre suelos ácidos y se encuentran bien representados en los barrancos de las caras norte y sur.

Los encinares se sitúan entre los 1.300 y los 1.700 m, aunque en algunos enclaves pueden alcanzar los 1.900 m de altitud. Se desarrollan tanto en suelos carbonatados como sobre rocas ácidas. El bosque corresponde a un encinar dominado por la encina (Quercus rotundifolia) y, dependiendo del tipo de suelo y altitud, son frecuentes arbustos como enebros (Juniperus oxycedrus), torvisco (Daphne gnidium), rusco (Ruscus aculeatus), agracejo (Berberis hispanica) y majuelo (Crataegus monogyna) sobre suelos básicos. En enclaves con menor altitud son frecuentes el lentisco (Pistacia lentiscus), acebuche (Olea europaea sylvestris) y zarzaparrilla (Smilax aspera). El encinar silicícola es pobre en especies; además de la encina aparecen enebros, torvisco y madreselva (Lonicera etrusca).

La vegetación riparia se desarrolla en los márgenes de ríos y arroyos y actualmente se encuentra muy degradada, siendo difícil encontrar bosques de ribera en buen estado de conservación. Sobre suelos ácidos se instalan alisedas (Alnus glutinosa), saucedas (Salix atrocinerea) y fresnedas (Fraxinus angustifolia). En áreas ricas en bases, la vegetación riparia está formada principalmente por olmedas (Ulmus minor), choperas (Populus alba) y saucedas (Salix spp)

La fauna en los bosques

Estas zonas boscosas son habitadas, de forma más o menos constante, por el pito real (Picus viridis) y el agateador común (Certhia brachydactyla). Junto a ellos, podemos ver algunas especies sedentarias como el carbonero común (Parus major), el carbonero garrapinos (Parus ater) y el herrerillo común (Parus caeruleus) que utilizan los orificios de los troncos para hacer sus nidos. Posados en las ramas de los árboles podemos ver al escandaloso arrendajo (Garrulus glandarius) y al mirlo común (Turdus merula).

Entre los visitantes típicos de primavera podemos encontrar al reyezuelo (Regulus ignicapillis), los mosquiteros (Phylloscopus collybita), las currucas (Sylvia atricapillaS. communis) y al pinzón vulgar (Fringilla coelebs).

Ya en tierra firme y en zonas abiertas, podemos tropezarnos con grandes ejemplares de culebra de escalera (Elaphe scalaris), alguna culebra lisa (Coronella girondica), lagarto ocelado (Lacerta lepida) o con el sapo corredor (Bufo calamita).

Entre los mamíferos, el zorro (Vulpes vulpes) es frecuente en estas zonas aunque a veces sale a cazar a los herbazales. La comadreja (Mustela nivalis) disputa conejos y liebres a otros mamíferos. El tejón (Meles meles) y la gineta (Genetta genetta), aunque comunes, son muy difíciles de ver ya que presentan hábitos nocturnos.

 

Fuente.- RENPA

Más información.- Ventana del visitante 

 


 Comentarios
1
Tripsite 10/06/2013

La verdad que ir en bici por Andalucia es lo más! http://www.tripsite.com/es/bike/tours/coastal-andalusia/


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