Viajar con una bici (si queremos tener algo de autonomía) implica portar unas herramientas y recambios que nos garantizen un mínimo margen para alcanzar nuestro objetivo y que nuestro viaje no se vea truncado con la aparición de alguna avería.
En este reportaje vamos a hacer una relación de los recambios básicos que portar en nuestros viajes, las herramientas necesarias para poder dar utilidad a estos y como realizar las operaciones básicas que nos solventen esos contratiempos mecánicos que nos pueden sobrevenir con mayor probabilidad en las distintas etapas que realicemos durante los mismos.
Estos que relacionamos a continuación son esos recambios mínimos que deberemos portar en nuestro equipaje. Recomendamos llevarlos lo suficientemente a mano como para poder acceder a ellos fácilmente ya que las averías no avisan y podrán aparecer en cualquier momento. Se puede ampliar tanto como queramos, pero también debemos tener en cuenta que tendremos que portarlos con nosotros, otra opción es que en el caso que hayamos contratado el transporte de nuestro equipaje de alojamiento a alojamiento, dejemos en él esos recambios extra que aún no siendo imprescindibles nos puedan ampliar las posibilidades de reparación una vez acabada nuestra etapa.
1.-Bridas.2.-Alambre.3.-Eslabones de cadena y bulón.4.-Tornillo cabeza de tija.5.-Patilla de cuadro.6.-Pastillas de freno.7.-Cables cambio y freno.8.-Abrazadera tija sillín.9.-Cámara
Al menos será necesario llevar con nosotros una cámara de repuesto. Debemos prestar especial atención a su medida y tipo de válvula. Antes de emprender el viaje habrá que verificar su estado ya que el paso del tiempo las deteriora, convirtiéndolas en inservibles en el peor momento.
Un kit de parches para reparación de cámaras será imprescindible si tenemos la mala fortuna de pinchar repetidamente por circunstancias dadas en una misma etapa. Los más prácticos son los autoadhesivos ya que evitan el engorroso pegamento que llegado el caso también deteriora el paso del tiempo pudiendo igualmente llevarnos una desagradable sorpresa en el momento más inoportuno.
Se trata de una pieza exclusiva de cada modelo de cuadro de bici. Es un trozo de metal que va atornillado al cuadro de la bici y que está diseñada para que se deforme/rompa en el caso de un impacto o torsión fuerte. En esta pieza va atornillado el cambio trasero de la bici y es así ya que al estar ubicado en una zona muy expuesta la rotura o deformidad de esta se soluciona sustituyendo la misma. Al tratarse de una pieza muy exclusiva de cada bici, aún llegando a una ciudad grande puede que no podamos solucionar el problema. Por lo tanto es de vital importancia poseerla en nuestra dotación.
Llevar varios eslabones de cadena nos servirá para reparar la misma en caso de rotura de esta.
Antes de partir de viaje se aconseja incluir al menos un par de tacos de freno (v-brake) o pastillas (disco). En los segundos se hace mucho más necesario ya que la enorme variedad (y específicas) de modelos existente en el mercado puede igualmente llevarnos a una desagradable situación.
Se trata de la abrazadera que sujeta la tija del sillín al cuadro. Ocupa y pesa poco y nos solucionaría otra avería no demasiado extraña de suceder.
Se trata del tornillo que sujeta el sillín a la tija. Nada raro que llegue a partirse.
Tampoco abultan casi nada y no será raro la rotura de alguno de ellos. Evidentemente si nuestros frenos son hidráulicos obviaremos el destinado a ellos.
Algo muy simple y efectivo, un pequeño rollo nos pude sacar de muchísimos apuros.
Las archiconocidas bridas de un solo uso pero de una efectividad y polivalencia extraordinarias, media docena no deben faltar en nuestra dotación.
Para efectuar las pequeñas reparaciones que nos puedan surgir, vamos a necesitar de una serie de sencillas y simples herramientas. A continuación os las enumeramos detallando su utilidad y aplicación en cada una de las operaciones a realizar.
A.-Multiherramienta.B.-Bomba inflado.C.-Desmontables.D.-Parches autoadhesivos de reparación
Se trata de nuestro mejor aliado en este apartado. Hoy día las hay completísimas y nos pueden solucionar infinidad de problemas, os recomendamos las que incorporan tijeras, alicates, pequeño destornillador e incluso sierra y lima, todo en miniatura claro está, pero que para una aplicación de fortuna serán valiosísimas.
Específicas para bicicletas, aparte de un completo juego de llaves Allen y destornilladores de diversas puntas, es imprescindible que incorporen tronchacadenas y llaves de radios, ya que sin estas será literalmente imposible realizar estas reparaciones.
Importante no escatimar calidad en esta. Huir de las construidas en material plástico y de poco diámetro de émbolo, ya que a la hora de la verdad tienen muy poca eficacia, convirtiendo el ya de por sí engorroso momento en mucho más desagradable. Importante también comprobar su buen estado de funcionamiento antes de partir.
Aunque a los muy expertos y acostumbrados no les son imprescindibles, siempre es más que recomendable llevarlos, nos facilitan mucho la extracción y montaje del neumático en caso de pinchazo.
Vamos a continuación a describiros someramente los procedimientos para efectuar cada una de esas reparaciones consideradas como básicas. Son las necesarias para solventar esas averías que pueden suceder con mayor probabilidad durante nuestros viajes en bici, no significa que solo puedan ocurrirnos estas sino que de ocurrir otras de mayor envergadura deberíamos optar por dar por finalizado nuestro viaje, o bien obligarnos a portar unas herramientas y recambios excesivos. Hay que tener en cuenta que al llegar a alguna población que cuente con taller de bicis podremos solventar las de mayor envergadura y complicación.
Aunque a muchos pueda parecerle algo poco común, la rotura de un radio de rueda es, tras el pinchazo de un neumático, la avería más común dentro de las posibles en una bici.
Más allá de entrar en la compleja operación de meternos en el centrado de una rueda y probablemente empeorar más las cosas, vamos a indicaros como compensar la deformidad que una rueda va a experimentar tras la rotura de un radio. Para primero detectar que alguno de los radios de nuestras ruedas se encuentra roto, deberemos inspeccionarlas visualmente, ya que si nuestros frenos son de disco es muy posible que no notemos nada. Si notamos una deformación en alguna de nuestras ruedas, aún sin haber ningún radio roto, procuraremos acercarnos a la primera ocasión a algún taller donde nos puedan hacer un centrado correcto, ya que una rueda descentrada irá empeorando con el paso de los kilómetros llegando a deformarse totalmente e impedir el rodar.
Ahora vamos a centrarnos en solventar la rotura de un radio. Una vez localizado debemos fijarlo para que no pueda provocar una avería mayor, para ello lo retorceremos sobre alguno de los que se encuentran a su lado. Ahora seleccionaremos la llave de radios adecuada a la cabecilla del mismo que debe ser la que entre en esta sin ninguna holgura, ya que de no ser así abocardaremos la misma al hacer fuerza (se trata de una tuerca muy débil). Asentando la llave bien a fondo de la cabecilla, aflojaremos ¼ de vuelta cada uno de los radios que se encuentran a cada lado del radio roto, tras cada “aflojado” comprobaremos cuanto a desaparecido este descentrado y si no hubiese sido suficiente volveremos a aflojar otro ¼ sucesivamente hasta conseguir dejar la rueda aceptablemente derecha.
En cuanto lleguemos a una población con taller deberemos acudir a que nos repongan el radio y nos centren la rueda adecuadamente. Esta operación conseguirá que rodemos con garantías de no deformar la rueda totalmente, pero deberemos ser prudentes con nuestra conducción evitando los escalones y zonas especialmente abruptas de pedregales y senderos por poner un ejemplo.
Junto con el pinchazo de un neumático, esta será la avería más común que nos va a impedir seguir pedaleando, es más esta es la única, ya que existen métodos de fortuna que podríamos emplear para seguir pedaleando aún sin poder reparar un pinchazo, en cambio si no podemos reparar una cadena rota os aseguramos que no existirá desplazamiento posible (bueno solo si es cuesta abajo). Por lo tanto esta operación se convierte en crucial para nuestra “supervivencia”.
La primera operación será eliminar el/los eslabones que se encuentren deformados por la rotura, para obtener en cada punta de esta una terminación macho/hembra que permita su unión. Para ello utilizaremos la herramienta tronchacadenas cuya función es poder desmontar/montar los eslabones que componen la misma. Una vez hayamos hecho esto según se muestra en la foto, deberemos introducir de nuevo la cadena por las roldanas y piñón según se muestra en la foto de abajo, siguiendo el mismo proceso que para desmontar el eslabón dañado pero a la inversa procederemos a cerrar la cadena, para ello lo más recomendable es disponer de un bulón ”pin” que nos facilitará su introducción o bien disponer de un enganche “automático” que manualmente nos permite cerrar la cadena de nuevo. El bulón debe sobresalir por igual por ambos lados del eslabón, apenas una décima de milímetro. Para facilitar la operación se recomienda hacerlo con la cadena sin engranar en los platos para que la tensión del cambio no nos moleste mientras la manipulamos. Una vez empalmada la cadena deberemos suavizar la unión forzando lateralmente el eslabón de enganche hasta que gire suavemente como los demás. Todo este proceso se recomienda practicarlo en casa con un trozo viejo de cadena para estar adiestrados en el proceso.
Aún habiendo comprobado el estado de nuestras pastillas/tacos de freno antes de la partida, si se dan las condiciones propicias, unas decenas de kilómetros serán suficientes para acabar con la vida de estos elementos indispensables para la frenada de nuestra bici, por lo tanto pondremos especial atención tanto a llevar al menos un par de repuesto como saber sustituirlas dado el caso.
Para el caso de los tacos de unos frenos V-brake el procedimiento es bastante sencillo. No tendremos ni que aflojar el cable. Fijándonos previamente en la secuencia en la que van montados los separadores y tuercas, aflojaremos la tuerca exterior que va en la punta del vástago del taco, colocaremos el nuevo y pondremos la tuerca sin llegar a apretarla del todo y que nos permita mover el taco con nuestras manos, así accionando la leva del freno manualmente posicionaremos el taco en la pista de frenado de la llanta, procurando que en su movimiento natural ni roce el neumático ni asome por debajo de esta pista de frenado, apretaremos entonces a fondo la tuerca y volviendo a montar el tope y guía del cable comprobaremos su correcta trayectoria, volviendo a modificarla si fuese necesario.
Para el caso de los frenos de disco deberemos distinguir si retrata de accionamiento por cable o hidráulicos. Si fuesen hidráulicos, nos fijaremos primeramente en el sistema de sujeción de las pastillas que pueden ser de muy distintas formas, los hay en los que estas van sujetas mediante un tornillo, otras con un clip y otras mediante un imán, en cualquier caso deberemos determinarlo bien antes de proceder pues normalmente una vez averiguado no reviste mayor dificultad. Una vez retiradas las gastadas pastillas, con un destornillador o llave con la que podamos hacer palanca, retraeremos los pistones hacia dentro de las pinzas con la intención que las nuevas pastillas que vamos a colocar tengan el mayor espacio posible a la hora de ser emplazadas de nuevo. Ahora aflojaremos un poco los tornillos que sujetan la pinza al cuadro (trasero) u horquilla (delantero) y colocaremos de nuevo la rueda, entonces para conseguir un correcto centrado y alineación de las pastillas con respecto al disco accionaremos la maneta y manteniéndola apretaremos los tornillos de la pinza.
Para los discos accionados por cable, deberemos soltar el cable y proceder a sacar las pastillas, en este caso no tenemos que apalancar los pistones pues estos se retraen totalmente al aflojar el cable, colocaremos las nuevas pastillas y volvemos a montar la rueda, como en el caso anterior aflojaremos los tornillos de sujeción de la pinza, ahora en este caso tensaremos algo el cable hasta que la pastilla este cerca del disco y apretaremos el tornillo que lo sujeta, para accionando la maneta conseguir como en el caso anterior centrar y alinear la pinza. Una vez hecho esto apretaremos a fondo los tornillos de sujeción de la pinza. Es muy importante destacar que tanto en el caso de los hidráulicos como en los de cable, las pastillas no podrán ni acercarse a cualquier tipo de aceite, pues el material del que están compuestas es altamente higroscópico y una sola gota arruinará la capacidad de frenado de estos.
La rotura de alguno de los cables que accionan tanto cambios como frenos, dejaran totalmente inservibles estos elementos. Poniendo un poco de cuidado no será difícil sustituir alguno de ellos. Sí no hubiéramos conseguido dejarlos muy bien ajustados, siempre podremos acudir a un taller a la primera oportunidad que se nos presente durante nuestro viaje.
Para el caso de sustitución de un cable de freno es bien sencillo, solo tendremos que seguir la secuencia de recorrido del mismo, tensaremos el cable con la mano hasta aproximar, bien los tacos, bien las pastillas y entonces apretaremos el tornillo que sujeta este a la pinza o leva según corresponda.
Para la sustitución de un cable de cambio, primero situaremos el mando en la posición de menor tensión, si es el de platos será en el plato pequeño y si se trata del cambio trasero normalmente será también el pequeño. Entonces buscaremos en el mando el tornillo que da acceso al registro del cable (ver foto), empujando la punta del cable rota conseguiremos coger la punta del cable (perrillo) y tirando de él sacarlo totalmente. Para colocarlo seguiremos el proceso inverso, buscaremos en el cambio o desviador según el caso, el tornillo que sujeta el cable al mismo y eliminaremos el resto del antiguo cable, tensando bien con la mano y emplazando bien en su lugar el cable apretaremos el tornillo de sujeción y ya estará listo. En condiciones normales no tendremos que hacer nada más, pero si no consigue cambiar del todo bien nuestra transmisión, sería mejor acudir en cuanto podamos a algún taller donde en un periquete nos podrán hacer un ajuste correcto.
Este elemento caso de romperse es más que probable que nos arruine nuestro viaje. La enorme variedad de modelos (prácticamente uno por cada modelo de bici), su poco peso y tamaño, así como su facilidad de sustitución, hace que sea más que razonable su inclusión en nuestra dotación, así como conocer su forma de sustitución.
Una rotura de cadena, una caída o un chupado de cadena muy fuerte pueden acabar doblando e incluso partiendo esta pieza crucial para el funcionamiento del cambio y por ende de la transmisión.
Para sustituirla deberemos desengranar la cadena de los platos, a continuación aflojaremos el tornillo que sujeta el cambio a la mencionada patilla y luego haremos lo mismo con el tornillo que sujeta la patilla al cuadro de la bici, es posible que tengamos que sujetar la tuerca (especial) que hay por la parte interior del cuadro con lo que mejor podamos (llave Allen, destornillador, etc.). A continuación y siguiendo el proceso a la inversa colocaremos la nueva patilla y nuestra bici habrá salido de una grave avería en pocos minutos.
Independientemente de todo lo anteriormente expresado, si no hemos podido solventar por nosotros mismos una reparación determinada, siempre podremos acudir a algún taller para que nos efectúen la reparación de manera más precisa, como por ejemplo poner un radio roto en una rueda por nosotros centrada provisionalmente, o bien ajustar los cambios si tras sustituir un cable no hemos sido capaces de que funcione del todo como debiera.
Curso de cicloturismo
Muy intersesante el artículo. He echado en falta una avería tambien frecuente, la rotura de la patilla del cambio. Por otro lado, yo siempre llevo encima cinta americana.
El artículo está bordado. Muy útil. Muchas gracias. Supongo que te refieres a lo que en el artículo llama la patilla del cuadro, en lugar de la patilla del cambio ¿no?
Hola Andrés. Como dice Juan Antonio,me imagino que te refieres a la patilla del cuadro que sí que está incluida, si fuese la del cambio la catástrofe es importante. Llevas razón, la cinta americana es una excelente solucionadora de problemas, sobre todo los textiles, una alforja, unas zapatillas etc. Muchas gracias
Falta por indicar a los usuarios de sistema tubeless han de llevar un kit de reparación de pinchazos, cuyo coste ronda tan solo los 12 %u20AC y sirve para taponar en menos de un minuto los pinchazos que no pueda autosellar el líquido. Es infalible. Un saludo