Kiwizibidaia. Un viaje en familia por Nueva Zelanda

Nuestros amigos Rosa y Mikel, con sus dos hijos han recorrido en bicicleta Nueva Zelanda, en un viaje en el que han invertido alrededor de tres meses, y nos cuentan los pormenores y entresijos. Para viajar con niños tan pequeños, se mueven al ritmo biológico de ellos, esto es, pedalean mientras duerme la pequeña, Lur. Eki ya tiene seis años y pedalea en su especial tandem. Una aventura en familia por las antípodas.

Kiwizibidaia ha sido un viaje fantástico al que se han aventurado Rosa, Mikel, Eki y Lur, después de que el año anterior recorrieran más de 2.000 km. por los carriles bici del centro de Europa.

Como cuentan ellos, en ocasiones, sin saber muy bien el motivo, nos sentimos atraídos por un destino. Ni son fans del Señor de los Anillos, ni forofos del rugby, ni conocen mucho de la cultura maorí, ni el kiwi es su fruta o ave favorita, ni los deportes de aventura les apasionan. Aún así, Aotearoa les llamaba con gran fuerza y no pudieron evitar su hechizo.

 

 

"Pasamos horas y horas confeccionando el recorrido, buscando una ruta interesante sin excesivo tráfico ni desnivel, dentro de la exigente orografía del país. Un año antes de partir iniciamos la búsqueda en los habituales sitios web, foros y guías, pero el broche lo pusieron los consejos de los miembros de Warm Showers, la red de hospitalidad de ciclistas.

Embalar todos los trastos fue una labor de chinos. Nos íbamos hasta la chimbamba con una bici bastante rara, por lo que tenía que llegar todo bien y no surgir imprevistos de difícil solución. En esos días previos, uno piensa quién nos habrá mandado meternos en esta salsa y porqué no nos iremos de vacaciones a Benidorm…

Por fin salimos de casa. Tras un taxi, un autobús, tres aviones y otro autobús, en día y medio llegamos a la parte opuesta del mundo.

 

En vez de ataque de indígenas, tuvimos el habitual estricto control biológico de entrada al país y la fatiga acumulada por la dureza del traslado y del cambio radical de horario. En esas condiciones llegamos con dos niños a la ciudad más grande de Nueva Zelanda, donde casi un tercio de los kiwis habitan: Auckland.

Con buen criterio, la reserva de las cuatro primeras noches la habíamos previsto en un albergue en el que repusimos fuerzas, montamos las bicis (toda una noche para conseguirlo), y nos sirvió de base para turistear por la urbe.

El Aquarium, Skyline y los parques consiguieron poco a poco ir prolongando el día y acortar la noche. ¡Qué duro es vencer el jet lag con niños!"

 

Viajar con niños es una aventura más. Aunque, como ellos nos han contado, es tanta la satisfacción que todo el esfuerzo merece la pena. Sus niños están habituados a la rutina del viaje y forma parte del día a día. Ellos, sus padres, aprovechan los momentos de descanso de los pequeños para pedalear. Para eso se ajustan los horarios de viajes a las hora de sueño, y cuando la pequeña está dispuesta para dar una cabezada... al carrito y a dormir. Los que han arrastrado carritos con niños conocen el poder somnífero que posee este artefacto. Cuando despierta... parada y a jugar. Los que tienen hijos saben lo que son unas vacaciones con niños, que sólo queda el momento del sueño para el descanso de los padres. Estos padres pedalean. Aún así, hacen medias de 30-40 kms. diarios, y podemos ver a Rosa cargada hasta los dientes a Mikel con las alforjas, el carrito, el tandem y los dos niños. Sólo lo imprescindible.

 

 

Podéis ver las fotos del viaje y sus relatos, donde se responden a preguntas como ¿Cómo habéis afrontado con niños un vuelo tan largo?; ¿Cómo es vuestra experiencia en las organizaciones de hospitalidad?; ¿Cómo os habéis organizado para dormir y comer?; ¿Cómo habéis llevado el equipaje?; ¿Qué habíais planificado previo al viaje?; ¿Cómo os habéis arreglado con las tareas escolares?; ¿Qué es lo que más ha asombrado a eki y lur?; ¿Cómo ha sido la relación de los niños con una lengua diferente?; ¿Habéis tenido algún problema con el clima? En su web bizibidaia.net.

 

Os dejamos un vídeo resumen de este viaje en familia.