Ruta:
Localizaciones:
Huelva (Huelva)
RUTA SENDEROS DE LOS PINOS
Al sur oeste de Huelva capital existe un espacio natural que es el auténtico hábitat del ciclista onubense capitalino y de sus alrededores. El paraje en cuestión limita al este con el Parque Natural Marismas del Odiel que, circundado por la vía multimodal Huelva-La Bota supone el acceso de lujo a la zona. Al norte con Aljaraque y la carretera A-492, que se prolonga con la N-431, aunque el límite real discurre un poco más al este conformado por el Canal del Piedras y la Vía Verde del Litoral hasta Cartaya. El límite oeste es la carretera comarcal HV-4111 Cartaya-El Rompido, aunque se pueden hacer algunas incursiones hasta tocar el Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, en cuyo extremo sur discurre una vía multimodal bastante chula. Al sur, El Rompido y la carretera HV-4112 que enlaza con El Portil suponen el límite.
Como hitos principales, aparte Reservas y Parques Naturales que casi lo rodean completamente, está la Reserva Natural Lagunas del Portil, el Canal del Piedras y la carretera forestal Malpica-Norieta-Pacum que sirven de vías de comunicación de referencia; las urbanizaciones del Rincón-Moreras y las casas de Gato-Marijata, la Torreta Forestal de Las Cumbres y las cañadas y regatos de Marijata-Culata, del Rincón, de Velasco y de Gamonales.
El paraje está repartido entre los términos municipales de Aljaraque, Gibraleón, Cartaya y Punta Umbría y no tiene un nombre común dada su bastedad y diversidad, aunque si forma parte de la Tierra Llana de Huelva. Para los ciclistas son, simplemente, “Los Pinos”. Ello revela claramente cual es la especie forestal dominante, no obstante la riqueza y variedad de su flora es notable, siendo su fauna igualmente rica.
Describir alguna ruta por el entorno de estos “pinos”, es simultáneamente un atrevimiento y una necesidad. Los aficionados que frecuentemente nos adentramos en estos parajes (algunos de ellos llevamos recorriéndolos en bici más de quince años, desde que se inventaron las bicicletas todo terreno), solemos variar el recorrido cada vez y aún nos sorprendemos algún día con senderos que, o bien habíamos olvidado por infrecuencia o no hemos recorrido nunca. Definir entre ellos un recorrido concreto resulta pues un atrevimiento ya que siempre olvidaremos alguna memorable trocha o enlace y, no obstante, el ciclista novel o aquél de allende estos pagos, frecuentemente transita sus viales básicos sin adentrarse por miedo a perderse o a la umbrosa profundidad de sus senderos.
El acervo ciclista, profano en toponímia y creador de nuevos senderos, ha renombrado los parajes más umbrosos y recónditos transitados por estrechas y viradas trochas, y el singular Ernesto Bayo “el bocina” se ha encargado de señalarlos, tanto en sus entradas como en sus salidas, con carteles con los nombres de otros ciclistas onubenses igualmente señalados.
Finalmente añadiremos los principales puntos de acceso al paraje;
Es intención de este autor dejar preparada una rutita accesible a todos los públicos con comienzo en cada uno de estos puntos.
Descripción del recorrido.
El recorrido que presento, tomando como punto de inicio el comienzo del Puente-Sifón Santa Eulalia en Huelva capital, por el que atravesaremos el Río Odiel, y haciendo el recorrido por la vía multimodal Huelva-La Bota hasta la entrada en las urbanizaciones de Las Moreras y El Rincón que luego habremos de repetir a la vuelta, busca enlazar los senderitos más recónditos de la parte de los pinos más cercana a Huelva buscando como énclave significativo la laguna de El Portil y no sobrepasando las dos horas y media de rodadura para que resulte accesible a la mayoría de ciclistas.
Una vez recorrida la citada vía multimodal y situados en la carretera de acceso a las urbanizaciones de Las Moreras (antiguo Coso de la Morera) y El Rincón, empezaremos nuestra rodadura por la carretera en dirección a las citadas urbanizaciones para a los pocos metros tomar la segunda opción a la derecha y entrar en faena. El camino nos dirige al emplazamiento de la ya desmantelada torreta forestal de El Puntal donde elegiremos la última y divertida trocha en bajada a la cañada (primer sendero a la derecha) que han marcado los ciclistas. Al llegar abajo estaremos en el “Caminito de Pepe Contreras” (servidor) que acompaña a la Cañada del Rincón.
La abandonamos por una subida algo rota y discurrimos por la cima del paraje de Las Damas hasta recuperar el sendero de salida de la cañada en un corto y desafiante repecho. Accedemos otra vez a la carretera que tomamos a la derecha para pasar frente a la urbanización de Las Moreras y volver a abandonarla rápidamente en dirección a la entrada del naranjal de La Dehesilla. Vamos a bordear el naranjal por una senda marcada por contínuos desniveles bastante duros.
Tras una última y rápida bajada llegamos a la entrada oeste del naranjal en un cruce de caminos. Elegiremos el menos marcado, dejando a nuestra izquierda el “Caminito de los lagartijas” (que no alude a los reptiles si no a los hermanos Alejandro y Cristian Toscano así apodados), que va subiendo hasta otro cruce de caminos.
Seguimos al frente buscando el inicio del “Caminito de los niños de Jesús el Maestro” (otra pareja, Manolo y Jesús García, de reciente incorporación al mundillo ciclista). Esta divertida y revirada bajada nos deja en un carril que tomaremos hacia la izquierda y nos lleva hasta el túnel “Tronchacuernos” (de reciente factura pasa bajo la carretera A-5058 y recibe su singular nombre debido a su escasa altura, que obliga al ciclista a cruzarlo completamente agachado y con alto riesgo de topar con su techo con las partes altas más sobresalientes).
Tras su cruce se inicia otra singular trochita que enlaza con otra más que tomaremos a la derecha para llegar de nuevo a la valla que protege la carretera y volvernos a alejar de ella por un camino, pasar junto a las ruinas de la Casa de la Vívora y volvernos a arriesgar a cruzar el tunel de “afilacuernos” (de idéntica factura que el anterior). Seguiremos ahora la nueva trocha en divertida bajada que se topa con el Arroyo de Gamonales (los gamones son las conocidas varitas de San José (Asphodelus albus), muy extendidas por la zona) y lo sigue por un roto senderito.
Nos toparemos con un cruce de caminos que resolveremos siguiendo el curso del mismo arroyo que confluye ahora con otro, lo cual convierte la trocha en entretenida trialerita.
Nos deja el sendero en la circunvalación de la urbanización Nuevo Portil. Tomamos el vial hacia la izquierda brevemente para abandonarlo por la siguiente cañada, la del Murtal (Mirta o Arrayán, también muy extendido por la zona). Tras remontarlo un ratito nos topamos con el camino de servicio de un tendido eléctrico que tomamos a la derecha y nos lleva a cruzar la carretera de nuevo acceso a la urbanización de El Portil.
Continuamos siguiendo el tendido hasta bajar a otra cañada, la de la Zahurda, que es uno de los brazos que alimenta la Laguna del Portil. Bajamos por ella, tomándola hacia la derecha (en pleno verano puede resultar engorrosa ya que es terreno muy arenoso), hasta incorporarnos al camino de la Zangarriada por el que cambiaremos la orilla de bajada tomando otro sendero hasta toparnos con la valla cinegética que protege la Reserva Natural Lagunas de El Portil.
Bordearemos gran parte de este entorno por senderos revirados y desnivelados, pasaremos por un puente de madera el otro brazo que alimenta la laguna y, por un sendero balizado, continuamos hasta salir a un cruce de caminos. Cruzamos el principal e incursionamos por el que tenemos de frente en la zona de La Bota (la antigua Casa de La Bota, que da nombre a la zona y a la muy conocida playa, es una sencilla construcción que aún existe junto al restaurante El Paraiso).
Pasaremos por encima de una infraestrucctura de saneamiento (aun estando soterrada, de vez en cuando se manifiesta en nuestras narices con insistencia), cruzamos otro carril de servicio de tendido eléctrico y remontamos otra cañada más hasta llegar a una zona alta y despejada (figura en todas las cartografías como La Glorieta, pero lo malinterpretó en su día el empresario que puso cerca un restaurante al que llamó La Norieta, ya no existe pero popularmente se le sigue llamando así a la zona) desde donde veremos la capital allende las marismas, con una bonita perspectiva del Paraje Natural Marismas del Odiel. Muy mala suerte tendremos si no avistamos algún flamenco (de los de pluma en este caso).
Tras un nuevo cruce de la carretera A-5058 iremos buscando el sendero que discurre paralelo a la autovía A-497. Resulta significativo en otro par de alturas con parecida vista a la de La Glorieta, y en el tramo de bajada al Caño de la Isla de la Liebre cuyo serpenteo resulta muy divertido y se va encerrando en vegetación cada vez más espesa hasta el punto de llegar a formar un túnel por el que tendremos que agachar la cabeza. Atravesamos el caño frente a la famosa cuesta de los patos (topónimo ciclista), uno de esos curiosos parajes que cuando pasas nadie sube y en los posteriores relatos frente a las cervezas todos han subido en alguna ocasión en que nadie lo veía.
Volvemos a recuperar el sendero paralelo a la autovía para llegar por él ya hasta la carretera de acceso a las urbanizaciones por la que nos adentramos en estos bellos parajes. Desde ella hasta la capital el regreso será por la misma via multimodal que nos trajo.